Disfraces de E.T.
Uno de los momentos más mágicos de la película de todos los tiempos es ver a ET y Eliot escapar del FBI volando a través de la luna. En ese momento, muchos desearían poder hacerse amigos de un extraterrestre con poderes especiales. Ustedes dos podrían andar en su bicicleta y podrían anidarlo cuidadosamente en la canasta de su bicicleta, al igual que ET y Eliot. No solo era el compañero de ciclismo de ET Eliot, sino que los dos siempre se estaban metiendo en líos. ¿Quién podría olvidar cómo Eliot atrajo a ET a su casa con un rastro de Peices de Reese o cuando ET saca una Coors Light de la nevera y tanto Eliot como ET se ponen un poco achispados? Esos momentos ayudan a que esta película de Steven Spielberg sea un verdadero clásico familiar.